Juguetitos de Jesús
¿Cuántas veces no le hemos querido agradar a Dios? Sacarle una sonrisa a Jesús es la mejor dicha que pueda existir, ser juguetes del Señor, implica dejarse utilizar y abandonarse en Él. El Señor tiene planes perfectos para nuestras vidas, pero muchas veces, nuestro egoísmo no permite a Dios moldearnos y utilizarnos como instrumentos de su paz y amor.
Cuando decimos "juguetes de Jesús", puedes imaginarte como una pelotita. Santa Teresita anhelaba con todo su corazón ser esa pelotita con la que el Niño Dios jugara, se divirtiera, podía botar e incluso estrechar contra su corazón. Esto, en pocas palabras, significa acoger las necesidades del Señor, ser siervos de Él. Entregarse a sus caprichos, teniendo la seguridad de que su amor es mucho más grande de lo que te puedes imaginar, y con ese amor vienen planes para nuestro bien.
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